Conociendo el Lore: El Rey Exánime (Parte II)
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Conociendo el Lore: El Rey Exánime (Parte II)
Continuando con el anterior artículo sobre los orígenes del “actual” Rey Exánime, su fusión con un alma humana y como afectaría a el desenlace de la historia este suceso. Antes de entrar a detallar esto, debo advertirles que lo que van a leer tiene un fuerte contenido en lo que respecta al lore, y mucho esta extraído del libro “Arthas: Rise of the Lich King” y de la pelea final con Arthas. Por lo que si no tienes problemas en enterarte de toda la verdad oculta acerca del Rey Exánime, te invito a seguir leyendo.
Al comenzar a analizar me pregunto, por que Ner’zhul escogió a Arthas, de entre todas las personas, como su campeón?… Personalmente creo que porque Arthas era muy parecido a Ner’zhul en muchas de sus acciones. Arthas, al igual que Ner’zhul, sacrificaría todo por su pueblo y pagaría cualquier precio para ayudar a su reino. Fue por eso que el viejo orco escogió a Arthas como el “contenedor” del Rey Exánime, el cuerpo mortal que llevaría su marca mientras existiera. A partir de su fusión, Arthas y Ner’zhul pasaron a formar parte de una sola entidad, ellos solo eran pequeñas partes de la mente del Rey Exánime.
Luego de que Arthas se coloco el Yelmo de la Dominación, el Rey Exánime comenzó a crecer en poder e influencia, pasaron los años y él decidió que era tiempo de desatar su poder sobre Azeroth, era momento que el mundo sintiera la Cólera del Rey Exánime. En esta expansión, muchos jugadores se confundieron al intentar resolver cuanto de Arthas y Ner’zhul permanecía dentro del Rey Exánime, y hasta que punto este Rey mismo controlaba sus acciones. En el libro escrito por Christie Golden “Arthas: Rise of the Lich King” nos cuenta la mayoría de la vida de Arthas, terminando cuando se dan los ataques a las principales ciudades de la Alianza y la Horda. Nos explica el porque de las decisiones de Arthas, y nos adentramos en su camino a la perdición, que lo llevo al Trono Helado.
Sin embargo, la mayoría de las personas le han prestado poca atención al prologo y epilogo del libro. En el prologo, nos muestra uno de los sueños mas reveladores de Arthas. En ese sueño el esta sentado en una gran mesa junto con un orco y un niño muy enfermo. Luego de esa escena, volvemos a la vida de Arthas. Pero en el epilogo, volvemos a los sueños una vez mas.
El orco es Ner’zhul, o al menos lo que queda de su espíritu, y se toma un momento para enseñarle a Arthas varias visiones que eventos que sucederán en el futuro. Les mostró a la Alianza y la Horda luchando entre si con una gran furia, la reconstrucción de Quel’Thalas, y una breve visión del Sueño Esmeralda. Cuando Arthas mira al niño, se da cuenta de que es él, su ultimo vestigio del espíritu humano, su capacidad de amar, de bondad, de sentir pena. Cuando Arthas se da cuenta de quien es el niño, este comienza a llorar, diciéndole que todavía debe existir algo bueno dentro de él, ya que ese niño todavía existe. El niño le dice que “todavía hay esperanza y no es demasiado tarde” indicándole que quizás, Arthas podría encontrar una redención.
Al oír lo que dice el niño Arthas responde con un “Pero así debe ser…”. Luego de que pasa eso, el niño es completamente destruido por la misma mano de Arthas. En ese momento, todas las dudas y temores de Arthas desaparecieron de su corazón. Si él quería dar lo mejor por su pueblo, no podía dejarse llevar por esos sentimientos. Al ver que Arthas mataba al niño, Ner’zhul comenzó a reír complacido, pero segundos después, el viejo orco encontró el mismo destino que el niño, siendo decapitado por la espada de Arthas.
Es aquí cuando el espíritu de Ner’zhul “muere”. También es el momento cuando la humanidad de Arthas deja de existir, solo quedara el Rey Exánime, que es la parte de Arthas que no muestra miedo, dudas, piedad o compasión. Se podría decir incluso que Arthas dejo de existir cuando sucede esto, pero quizás es mas lógico mencionar que se transformo de un humano, a un sociopata… Alguien sin sentimientos y que solo ve al mundo como un objeto a ser conquistado.
Me ha pasado, que he hablado con muchos jugadores confundidos, ya que en una misión, Arthas mismo te dice “Yo una vez fui un chaman”, pero creo que muchos se olvidaron de leer entre lineas el resto… “Yo una vez fui un chaman… pero ya no lo soy”.
Es por esto lo que hace del Rey Exánime una amenaza mucho mayor aun. Los espíritus de Arthas y Ner’zhul están debilitados y desaparecidos respectivamente, y ahora esa entidad conocida como Rey Exánime, desatara su furia contra todo lo que se le oponga, es por eso que los sucesos de esta expansión dan comienzo.
El Rey Exánime no estuvo preparando la guerra durante estos 10 años que paso sentado en el Trono Helado… estuvo luchando contra él mismo. Una vez que se deshizo de quienes los detenían de destruir Azeroth (Arthas y Ner’zhul), era hora de poner en marcha su plan para así dominar al mundo con su plaga de no-muertos.
Mientras los jugadores tratan de debilitar la Ciudadela de Corona de Hielo por dentro, nos encontramos con una cadena de misiones épica, al fallar un explosivo, caemos dentro de una especie de cueva, que esta habitada por Olvidados. Esto no es lo mas extraño, en su centro, hay una especie de cristal oscuro, nos tienta a tocarlo, es como si nos hablara… pero al tocarlo, experimentamos el dolor mas intenso que existe, y eso no es lo mas interesante, inmediatamente la voz de un niño te susurra “No deberías hacer hecho eso”, al final descubrimos que ese niño es Mathias Lehnner. Allí comenzamos una larga e interesante cadena de misiones sobre Arthas, y su vertiginoso descenso a lo que es ahora, pero lo mas importante, es que nos enteramos de que sucedió con Arthas y sobre la verdadera naturaleza de ese objeto.
El objeto es el corazón de Arthas, que fue removido a la fuerza por su dueño. Si lo miramos desde la linea de tiempo, es probable que se arrancara el corazón luego del suceso final que tiene lugar en “Arthas: Rise of the Lich King”, y colocado debajo de la ciudadela. Luego de que hacemos varias misiones para él, Mathias nos envía a informarle a Tirion Fordring sobre la naturaleza del corazón de Arthas. Tirion pone en practica su estrategia, interceptar al corazón de Arthas antes de que sea transportado hacia un lugar mas protegido, ya que quizás podría existir la posibilidad de que Arthas se redima, pero los eventos que se dan, cambian los planes de una manera radical.
A ultimo momento, Tirion decide que la ultima parte de humanidad de Arthas son solo sombras del pasado, y atraviesa su espada Ashbringer contra el corazón del mismísimo Rey Exánime. Esto le hace un daño enorme a Arthas, y los jugadores deben huir rápidamente, antes de que el Rey Exánime pueda liberar su furia.
El niño, Mathias Lehnner. Es el ultimo vestigio de humanidad de Arthas, representado como un niño, al igual que la novela. Vemos como él puede tocar el corazón sin recibir daño, y una vez que es destruido, jamas volvemos a ver a ese niño. Al parecer el Rey Exánime si pudo sacar el corazón de Arthas, pero le fue imposible destruirlo, por lo que decidió esconderlo. La destrucción total de su corazón no fue realizada por Arthas, sino por otro héroe, Tirion Fordring.
Arthas, el Rey Exánime, tenia que ser derrotado. Tirion uso el Torneo Argenta para reclutar a los mejores soldados de la Alianza y la Horda para asaltar la Ciudadela de Corona de Hielo. Pero cuando las Cámaras Heladas se abrieron, revelaron mucha información inesperada.
Cuando los campeones entran a las Cámaras de Reflexión, se encuentran con la espada del Rey Exánime, Frostmourne, curiosamente desprotegida. Cuando nuestra líder (Jaina o Sylvanas) intenta entrar en comunión con la espada, una aparición de Uther le dice una terrible verdad… Arthas solo es una pequeña parte en la mente dominante del Rey Exánime, no existe la posibilidad de redención para él. Pero el Rey Exánime mismo no puede ser destruido. Tiene que existir siempre un Rey Exánime, e incluso aunque este muera, el Azote seguirá existiendo. Solamente que si el Rey Exánime es destruido, el Azote seria como un poderoso ejercito sin comandantes, arrasando todo lo vivo en muy poco tiempo. Tiene que haber alguien a cargo… o el Azote definitivamente destruirá Azeroth.
Cuando el momento llega, y nos enfrentamos finalmente contra el Rey Exánime, descubrimos otra inquietante verdad, así como el Yelmo de la Dominación es la filacteria del Rey Exánime, Frostmourne, su espada, es el centro de poder, teniendo una mentalidad propia y dominante, hay que aclarar que Frostmourne domina en gran parte las decisiones del Rey Exánime, pero no es el Rey Exánime. La espada que por tantos años estuvo en el misterio, se nos revela como una entidad muy poderosa, con personalidad y pensamientos propios, incluso, me atrevo a pensar que muchas veces no era Arthas quien hablaba… era Frostmourne. La lucha avanza contra el Rey Exánime, y en el ultimo momento, el espíritu humano vuelve a cobrar importancia, Tirion Fordring, el paladín exiliado, redime a toda la Mano de Plata y destruye a Arthas, el príncipe de Lordaeron. En la lucha, Frostmourne es destruida, pero el padre de Arthas, Terenas, le dice a Tirion lo mismo que oímos de parte de Uther, siempre tiene que existir un Rey Exánime.
Es en ese momento, en el que nos damos cuenta de que Arthas jamas fue un ser malvado, solo sacrifico cualquier cosa por el bienestar de su pueblo, sabia, en el fondo, que el Rey Exánime no estaría en paz por mucho tiempo, así que hizo un sacrificio de lo mas noble, uso su propio cuerpo como prisión del Rey Exánime, para así poder controlarlo. Arthas era un paladín, y para salvar a su pueblo tuvo que caer en la oscuridad, así lo hizo, otorgándole a su pueblo una paz momentánea. Luego de que Arthas muere, Azeroth puede descansar en paz, pero aun así, en las sombras, una nueva amenaza, aparecerá tarde o temprano. No puede existir Rey Exánime sin Ner’zhul, y el viejo orco ya demostró ser muy inteligente. Por eso Bolvar Fordragon solo sera un obstáculo mas a superar, hasta que el que antaño fuera el chaman mas poderoso, recupere el control una vez mas…
Ciertamente la historia de Arthas es muy triste, no había nada de aquel príncipe que podía ser redimido, el Rey Exánime lo consumió todo. Su destino era inevitable, y es la culminación de uno de los villanos mas carismáticos de Warcraft en los últimos años. Pero otra persona, otro humano ha tomado el relevo del Rey Exánime, curiosamente también es un paladín. Próximamente hablaremos sobre él en Conociendo el lore, el porque de su decisión, y lo que lo llevo a ese lugar.
Aquí termina la segunda y ultima parte de Conociendo el lore: El Rey Exánime, desde ya los invito a dejar cualquier comentario, duda o sugerencia sobre el articulo o el lore en general, y espero que disfruten al leerlo.
Al comenzar a analizar me pregunto, por que Ner’zhul escogió a Arthas, de entre todas las personas, como su campeón?… Personalmente creo que porque Arthas era muy parecido a Ner’zhul en muchas de sus acciones. Arthas, al igual que Ner’zhul, sacrificaría todo por su pueblo y pagaría cualquier precio para ayudar a su reino. Fue por eso que el viejo orco escogió a Arthas como el “contenedor” del Rey Exánime, el cuerpo mortal que llevaría su marca mientras existiera. A partir de su fusión, Arthas y Ner’zhul pasaron a formar parte de una sola entidad, ellos solo eran pequeñas partes de la mente del Rey Exánime.
Luego de que Arthas se coloco el Yelmo de la Dominación, el Rey Exánime comenzó a crecer en poder e influencia, pasaron los años y él decidió que era tiempo de desatar su poder sobre Azeroth, era momento que el mundo sintiera la Cólera del Rey Exánime. En esta expansión, muchos jugadores se confundieron al intentar resolver cuanto de Arthas y Ner’zhul permanecía dentro del Rey Exánime, y hasta que punto este Rey mismo controlaba sus acciones. En el libro escrito por Christie Golden “Arthas: Rise of the Lich King” nos cuenta la mayoría de la vida de Arthas, terminando cuando se dan los ataques a las principales ciudades de la Alianza y la Horda. Nos explica el porque de las decisiones de Arthas, y nos adentramos en su camino a la perdición, que lo llevo al Trono Helado.
Sin embargo, la mayoría de las personas le han prestado poca atención al prologo y epilogo del libro. En el prologo, nos muestra uno de los sueños mas reveladores de Arthas. En ese sueño el esta sentado en una gran mesa junto con un orco y un niño muy enfermo. Luego de esa escena, volvemos a la vida de Arthas. Pero en el epilogo, volvemos a los sueños una vez mas.
El orco es Ner’zhul, o al menos lo que queda de su espíritu, y se toma un momento para enseñarle a Arthas varias visiones que eventos que sucederán en el futuro. Les mostró a la Alianza y la Horda luchando entre si con una gran furia, la reconstrucción de Quel’Thalas, y una breve visión del Sueño Esmeralda. Cuando Arthas mira al niño, se da cuenta de que es él, su ultimo vestigio del espíritu humano, su capacidad de amar, de bondad, de sentir pena. Cuando Arthas se da cuenta de quien es el niño, este comienza a llorar, diciéndole que todavía debe existir algo bueno dentro de él, ya que ese niño todavía existe. El niño le dice que “todavía hay esperanza y no es demasiado tarde” indicándole que quizás, Arthas podría encontrar una redención.
Al oír lo que dice el niño Arthas responde con un “Pero así debe ser…”. Luego de que pasa eso, el niño es completamente destruido por la misma mano de Arthas. En ese momento, todas las dudas y temores de Arthas desaparecieron de su corazón. Si él quería dar lo mejor por su pueblo, no podía dejarse llevar por esos sentimientos. Al ver que Arthas mataba al niño, Ner’zhul comenzó a reír complacido, pero segundos después, el viejo orco encontró el mismo destino que el niño, siendo decapitado por la espada de Arthas.
Es aquí cuando el espíritu de Ner’zhul “muere”. También es el momento cuando la humanidad de Arthas deja de existir, solo quedara el Rey Exánime, que es la parte de Arthas que no muestra miedo, dudas, piedad o compasión. Se podría decir incluso que Arthas dejo de existir cuando sucede esto, pero quizás es mas lógico mencionar que se transformo de un humano, a un sociopata… Alguien sin sentimientos y que solo ve al mundo como un objeto a ser conquistado.
Me ha pasado, que he hablado con muchos jugadores confundidos, ya que en una misión, Arthas mismo te dice “Yo una vez fui un chaman”, pero creo que muchos se olvidaron de leer entre lineas el resto… “Yo una vez fui un chaman… pero ya no lo soy”.
Es por esto lo que hace del Rey Exánime una amenaza mucho mayor aun. Los espíritus de Arthas y Ner’zhul están debilitados y desaparecidos respectivamente, y ahora esa entidad conocida como Rey Exánime, desatara su furia contra todo lo que se le oponga, es por eso que los sucesos de esta expansión dan comienzo.
El Rey Exánime no estuvo preparando la guerra durante estos 10 años que paso sentado en el Trono Helado… estuvo luchando contra él mismo. Una vez que se deshizo de quienes los detenían de destruir Azeroth (Arthas y Ner’zhul), era hora de poner en marcha su plan para así dominar al mundo con su plaga de no-muertos.
Mientras los jugadores tratan de debilitar la Ciudadela de Corona de Hielo por dentro, nos encontramos con una cadena de misiones épica, al fallar un explosivo, caemos dentro de una especie de cueva, que esta habitada por Olvidados. Esto no es lo mas extraño, en su centro, hay una especie de cristal oscuro, nos tienta a tocarlo, es como si nos hablara… pero al tocarlo, experimentamos el dolor mas intenso que existe, y eso no es lo mas interesante, inmediatamente la voz de un niño te susurra “No deberías hacer hecho eso”, al final descubrimos que ese niño es Mathias Lehnner. Allí comenzamos una larga e interesante cadena de misiones sobre Arthas, y su vertiginoso descenso a lo que es ahora, pero lo mas importante, es que nos enteramos de que sucedió con Arthas y sobre la verdadera naturaleza de ese objeto.
El objeto es el corazón de Arthas, que fue removido a la fuerza por su dueño. Si lo miramos desde la linea de tiempo, es probable que se arrancara el corazón luego del suceso final que tiene lugar en “Arthas: Rise of the Lich King”, y colocado debajo de la ciudadela. Luego de que hacemos varias misiones para él, Mathias nos envía a informarle a Tirion Fordring sobre la naturaleza del corazón de Arthas. Tirion pone en practica su estrategia, interceptar al corazón de Arthas antes de que sea transportado hacia un lugar mas protegido, ya que quizás podría existir la posibilidad de que Arthas se redima, pero los eventos que se dan, cambian los planes de una manera radical.
A ultimo momento, Tirion decide que la ultima parte de humanidad de Arthas son solo sombras del pasado, y atraviesa su espada Ashbringer contra el corazón del mismísimo Rey Exánime. Esto le hace un daño enorme a Arthas, y los jugadores deben huir rápidamente, antes de que el Rey Exánime pueda liberar su furia.
El niño, Mathias Lehnner. Es el ultimo vestigio de humanidad de Arthas, representado como un niño, al igual que la novela. Vemos como él puede tocar el corazón sin recibir daño, y una vez que es destruido, jamas volvemos a ver a ese niño. Al parecer el Rey Exánime si pudo sacar el corazón de Arthas, pero le fue imposible destruirlo, por lo que decidió esconderlo. La destrucción total de su corazón no fue realizada por Arthas, sino por otro héroe, Tirion Fordring.
Arthas, el Rey Exánime, tenia que ser derrotado. Tirion uso el Torneo Argenta para reclutar a los mejores soldados de la Alianza y la Horda para asaltar la Ciudadela de Corona de Hielo. Pero cuando las Cámaras Heladas se abrieron, revelaron mucha información inesperada.
Cuando los campeones entran a las Cámaras de Reflexión, se encuentran con la espada del Rey Exánime, Frostmourne, curiosamente desprotegida. Cuando nuestra líder (Jaina o Sylvanas) intenta entrar en comunión con la espada, una aparición de Uther le dice una terrible verdad… Arthas solo es una pequeña parte en la mente dominante del Rey Exánime, no existe la posibilidad de redención para él. Pero el Rey Exánime mismo no puede ser destruido. Tiene que existir siempre un Rey Exánime, e incluso aunque este muera, el Azote seguirá existiendo. Solamente que si el Rey Exánime es destruido, el Azote seria como un poderoso ejercito sin comandantes, arrasando todo lo vivo en muy poco tiempo. Tiene que haber alguien a cargo… o el Azote definitivamente destruirá Azeroth.
Cuando el momento llega, y nos enfrentamos finalmente contra el Rey Exánime, descubrimos otra inquietante verdad, así como el Yelmo de la Dominación es la filacteria del Rey Exánime, Frostmourne, su espada, es el centro de poder, teniendo una mentalidad propia y dominante, hay que aclarar que Frostmourne domina en gran parte las decisiones del Rey Exánime, pero no es el Rey Exánime. La espada que por tantos años estuvo en el misterio, se nos revela como una entidad muy poderosa, con personalidad y pensamientos propios, incluso, me atrevo a pensar que muchas veces no era Arthas quien hablaba… era Frostmourne. La lucha avanza contra el Rey Exánime, y en el ultimo momento, el espíritu humano vuelve a cobrar importancia, Tirion Fordring, el paladín exiliado, redime a toda la Mano de Plata y destruye a Arthas, el príncipe de Lordaeron. En la lucha, Frostmourne es destruida, pero el padre de Arthas, Terenas, le dice a Tirion lo mismo que oímos de parte de Uther, siempre tiene que existir un Rey Exánime.
Es en ese momento, en el que nos damos cuenta de que Arthas jamas fue un ser malvado, solo sacrifico cualquier cosa por el bienestar de su pueblo, sabia, en el fondo, que el Rey Exánime no estaría en paz por mucho tiempo, así que hizo un sacrificio de lo mas noble, uso su propio cuerpo como prisión del Rey Exánime, para así poder controlarlo. Arthas era un paladín, y para salvar a su pueblo tuvo que caer en la oscuridad, así lo hizo, otorgándole a su pueblo una paz momentánea. Luego de que Arthas muere, Azeroth puede descansar en paz, pero aun así, en las sombras, una nueva amenaza, aparecerá tarde o temprano. No puede existir Rey Exánime sin Ner’zhul, y el viejo orco ya demostró ser muy inteligente. Por eso Bolvar Fordragon solo sera un obstáculo mas a superar, hasta que el que antaño fuera el chaman mas poderoso, recupere el control una vez mas…
Ciertamente la historia de Arthas es muy triste, no había nada de aquel príncipe que podía ser redimido, el Rey Exánime lo consumió todo. Su destino era inevitable, y es la culminación de uno de los villanos mas carismáticos de Warcraft en los últimos años. Pero otra persona, otro humano ha tomado el relevo del Rey Exánime, curiosamente también es un paladín. Próximamente hablaremos sobre él en Conociendo el lore, el porque de su decisión, y lo que lo llevo a ese lugar.
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