Keypax Blog

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:08 am

Hermanos y hermanas, como bien saben, soy muy fanatico al WoW jeje, y we, aveces me inspiro y creo historias sobre mis pj's o sobre cosas que les haya pasado...creo que ya han visto uno sobre Khendall ace un tiempo, igual lo pondre aca para ke kede...pero ahoras, revisando basura en mi pc, encontre la history de Keypax...taba a la mitad y la termine hace poco..y we, se me ocurrio ponerla aca para ke la vean si kieren...si dan opiniones, no tengan miedo y digan la vdd jaja..porke kreo ke en esta mi imag volo a la mierda pero we, asi me gusta idearme a Key =P

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:11 am

…Habían pasado muchos días del descubrimiento de Northrend por parte de la Legión de Undeads. Keypax Menethil y sus fieles seguidores regresaban a los laberintos de Undercity tras la larga campaña de exploración en las Tierras del Norte. Pasaron varias semanas, hasta que un enviado de Sylvanas Windrunner llegó a Keypax con un mensaje de urgencia, Arthas y su guardia real habían salido de la Ciudadela de Corona de Hielo en busca de nuevas víctimas para los ejércitos de la Plaga. Era la oportunidad perfecta para iniciar un ataque sorpresa y acabar con el tirano Rey Exánime de una vez por todas.

En ese mismo momento, el Primer General de la Legión de Undeads, el Warlock Khendall, regresaba de su misión en las tierras de la peste del este, con la cabeza de uno de los caballeros de la muerte del Rey Arthas. Keypax se vio satisfecho por el cumplimiento de su leal sirviente y le ordenó la matanza de un contingente de Alianzas que rondaban en los alrededores de La Mano de Venganza, en Fiordo Aquilonal. Tras aceptar la nueva misión, Khendall salió a toda prisa para la torre del Zeppelín hacia Northrend. El no sabia del informe llegado a Keypax.

Mientras tanto, en Entrañas el cargo de la seguridad había pasado al segundo general de la legión de undeads, el rogue Acarus. Keypax estaba alistándose para partir hacia corona de hielo, llamó a Exanat, su mago, e invocó un portal hacia las tierras devastadas por la Plaga.

Pasaron varios días de la partida de Keypax, y no había noticias de el. Fue entonces cuando Khendall llegó victorioso a la ciudad de los Renegados, y se preguntó donde se encontraba su señor. Al enterarse de los hechos, partió inmediatamente hacia Corona de Hielo. Recorrió miles de kilómetros hasta llegar a las escaleras de la Ciudadela, en donde se bajó de su montura, y se acercó hacia las enormes puertas en busca de algún rastro del destino de su señor. Tras horas buscando, se encontró con el yelmo del Guerrero, lo tomó y al girar, un ser misterioso, oscuro y con un manto en su rostro lo estaba observando. Khendall reaccionó ante tal imagen y comenzó a conjurar una poderosa descarga de las Sombras, pero justo en ese momento, el oscuro Caballero de la Muerte se quitó la tela que recubría su cara, permitiendo al warlock ver su identidad. No era nadie mas que el mismísimo Keypax, pero cambiado…tenía un aspecto mas frío de lo normal, sus ojos brillaban de muerte, su voz era retumbrante, y su respiración congelaba el aire. Era un ser totalmente oscuro y malvado, con una mirada acechadora, sedienta de sangre. Khendall se dio cuenta que su señor había caído en manos de la Plaga.

Petrificado ante tal situación, fue incapaz de realizar algún ataque contra el, fue entonces cuando el Death Knight se acercó ante el brujo, lo miró fijamente a los ojos, y le dijo -“Khendall, al igual que la mía, tu voluntad no te pertenece, ahora solo sirvo al Trono de Hielo y te destruiré en nombre de Arthas y la Plaga!”-, acto seguido, el oscuro Caballero de la Muerte clavó su espada rúnica en el estómago del brujo, hiriéndolo profundamente, pero mas que nada, en el alma. Al caer, Khendall se retorcía de dolor, y Keypax se acercaba. Levantando su espada, susurró al caído Renegado que el no podía controlarse, y que no quería cometer tal acto de traición, pero que el Rey Exánime le había tendido una trampa y le había capturado. Luego de ello, le ordenó al warlock que lo atacase, para que pudiera salvarse. Khendall lo aceptó duramente, y con todas sus fuerzas restantes, conjuró una descarga de sombras que derribó a Keypax a lo largo de los interminables peldaños de la ciudadela.

Khendall se levantó, y mal herido bajo por las escaleras para verificar el estado de su señor corrupto. Al bajar, alzó su cadáver y noto que este había dejado de existir, su esencia no se sentía, su rostro estaba apagado y su cuerpo mas frío que en estado de No-Muerte. El brujo recogió su cuerpo, llamó a su Hipogrifo, y lo llevó hacia Undercity.

Al llegar a la ciudad, le ordenó rápidamente a Linarus, sacerdote de la Legión de Undeads, que realizara todo lo posible para revivir a Keypax.

Khendall huyó de la ciudad, y permaneció aislado de todo el mundo por un buen tiempo, pensando a cada rato por lo sucedido…la muerte y corrupción de su señor lo había llevado a la destrucción. Pasaron los días y su poder disminuía notablemente, sus fuerzas se agotaban y apenas podía mantenerse en pie, la depresión en la que había caído era muy fuerte.
Tras unas semanas, el poder de Khendall había menguado en su totalidad, y su estado empeoraba cada vez mas, hasta que un día, cayó totalmente. En ese momento unas extrañas siluetas se le acercaron, pero perdió la conciencia.

Keypax había resucitado, y con la ayuda de sus seguidores rastrearon al extraviado warlock y lo levantaron de su segura muerte. Lo trasladaron a una cripta cercana a los Claros de Tirisfal, y conjuraron ciertos poderes del vació abisal para devolverle sus fuerzas. Tras arduos intentos, despertó.
Ahora Khendall ha regresado, y su poder se restaura con cada día que pasa… Una vez mas, esta al servicio de su Alto Señor Keypax y de la Legión de Undeads, y cuenta con un nuevo objetivo, destruir al Rey Exánime a toda costa, y volver a tener el mismo poder que en antaño, para destruir a todo ser hostil que se cruce en su camino…

Este Renegado nunca se rendirá…nunca morirá…y su cólera destruirá a todo aquel que ose interponerse en su destino.

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:17 am

Keypax Menethil

Todo comenzó hace mucho tiempo atrás, durante las épocas de los sabios Reyes de Lordaeron, Terenas menethil II y su amada esposa, Lianne. Eran tiempos de paz y serenidad, cualidades que solo se obtenían con el sagrado poder de la Luz verdadera. El comienzo de un largo período de oscuridad y muerte, de traición y odio, tuvo origen el día en que nació un importante niño, al cual hasta los mismísimos bosques de Lordaeron susurraron su nombre…Arthas. Este joven, resultó ser hijo del Rey Terenas II, y como tal, heredero del trono de su padre.

A la tierna edad de 19 años, el joven príncipe consiguió ingresar a la Orden de Paladines de la Mano de Plata, con la ayuda de su tutor, Uther, el Iluminado. Durante varios años Arthas fue adquiriendo un gran talento en el arte de la Luz, protegiendo y defendiendo a los aldeanos y los poblados de Lordaeron de los ataques de ladrones, bandas y otros males. El príncipe Arthas conoció un día a una potente hechicera del Kirin Tor, llamada Jaina Proudmoore, hija del Gran Almirante Proudmoore. Juntos forjaron una buena amistad, con cierto grado de romanticismo.

Los dos jóvenes dejaron de verse por un tiempo, durante el cual Uther siguió entrenando a su discípulo, hasta que dieron con un puesto de avanzada del Clan de los Orcos Blackrock. Este fue el primer enfrentamiento contra un enemigo de verdad que tuvo Arthas, el cual se encargó del asunto y salió victorioso. Luego de esta lucha, tuvo origen en Lordaeron una gran fiesta como celebración de la primera victoria de Arthas…al evento aistieron varias personalidades importantes, como la Sacerdotisa de Elune, Tyrande Wisperwind, la guardabosques de los altos elfos Sylvanas Windrunner, el gran príncipe Kael’thas Sunstrider, el Rey de los enanos Magni Bronzebeard y su hermano Bran, y otros mas. Fue una noche muy divertida, con muchas cosas por hacer y gran cantidad de cerveza aportada por los enanos de la gran ciudad de Forjaz. Durante la fiesta, se cruzaban numerosas miradas entre el joven príncipe y la sacerdotisa de los elfos nocturnos. Luego de unas horas, se dio lugar un encuentro íntimo entre ellos dos, el cual mantuvieron en secreto por el resto de sus vidas.

Pasado cierto tiempo, Arthas volvió a encontrarse con Jaina, y juntos fueron a explorar un extraño mal proveniente de las tierras del norte, que estaba creciendo en los pueblos cercanos a la carretera del Rey. En el camino, se encontraron con unos seres que nunca habían visto, Muertos Vivientes. Fueron cosa fácil para el poder arcano y sagrado de estos jóvenes, hasta que dieron con un extraño ser llamado Khel’Thuzad…este era un Nigromante, y había revelado a Arthas que su objetivo en estas tierras era purgar todo rastro de vida existente en Azeroth. Tras conocer los planes de este repugnante ser, decidieron seguirlo para darle fin a el y a su grupo de sectarios autodenominados “El Culto de los Malditos”. Al llegar al nigromante, Arthas acabó con su vida rápidamente, dando origen a muchas preguntas inquietantes.

Luego de esos sucesos tan raros, decidieron descansar en la aldea de Heartgleen…cuando llegaron, se dieron cuenta de que el grano infectado que estaba distribuyendo el culto del nigromante, no tenia como objetivo matar a los aldeanos, sino convertirlos en Muertos vivientes!. Al reaccionar Arthas, la mayoría de los aldeanos ya eran seres malditos, y comenzaron a atacar a los guardias del pueblo. En ese momento, Jaina partió para pedir ayuda a Uther. Durante 30 largos minutos, Arthas tuvo que aguantar duramente los ataques continuos de No-muertos, hasta un momento que no llego a aguantar mas, y estos seres irrumpieron en las defensas del pueblo. Sin perder la esperanza ni un momento, el joven príncipe siguió luchando con todas sus fuerzas, y cuando parecía todo perdido, aparecieron Uther y su legión de caballeros con la solución.

Pasado unos días, Arthas y sus compañeros llegaron a la ciudad de Stratholme, pero ya era demasiado tarde, los aldeanos estaban a un paso de convertirse en muertos vivientes. El príncipe Arthas, optó por la idea de purgar la ciudad, cosa que no estuvieron en nada de acuerdo Uther y Jaina, los cuales abandonaron a Arthas a su suerte…Durante el asedio a la ciudad, Arthas masacró a innumerables aldeanos, entonces llegó Mal’Ganis, un desgraciado Señor del Terror, quien provocó a Arthas para que le siguiera hasta donde fuera. El joven Arthas, cegado por su ansia de venganza, juró darle caza a toda costa al misterioso Señor del Terror. Su andada terminó conduciendo a Arthas y a sus guerreros a las tierras heladas de Northrend, en donde encontraron a los sobrevivientes camaradas del enano Muradín Bronzebeard. Juntos se abrieron paso a través de los asentamientos de los No-muertos, pero no encontraron ningún rastro de Mal’Ganis. En un momento, Muradín le relató a Arthas la existencia de una espada rúnica fuertemente poderosa, llamada Frostmourne, vigilada por un potente guardián. Antes de comenzar a buscarla, Arthas recibió noticias inesperadas…su padre había ordenado que él y sus fuerzas regresaran inmediatamente a Lordaeron, por petición de Uther. Ante esta situación, Arthas decidió no rendirse, y en secreto, contrató unos mercenarios para destruir el único medio para regresar a casa, sus barcos. Al finalizar, Arthas engañó a sus hombres y culpó a los mercenarios de tal acto; mercenarios que fueron asesinados por la ira de los frustrados Humanos de Arthas.

Arreglado “técnicamente” ese problema, Arthas decidió seguir con su búsqueda de la espada rúnica. Creía que era la única posibilidad de salvar a su pueblo; y sin embargo, no tuvo mas opción que buscarla, dado que un fuerte grupo de no-muertos rodeaban el campamento base. Junto con Muradín, Arthas partió en búsqueda de Frostmourne. Varios de sus hombres murieron bajo los ataques de feroces bestias. Al llegar a la entrada de una cueva, se toparon con un ser etéreo, alto y poderoso. Era el guardián de la espada, y dio lucha a los poderosos héroes hasta que fue destruido. Al entrar a la cueva, Muradín leyó unas inscripciones que contenía el altar de Frostmourne, runas que decían: “Todo aquel que coja esta espada, empuñará un poder eterno…así como la hoja desgarra la carne, la espada marcará el espíritu”
Desde ese momento, Muradín supuso que la espada estaba maldita, y sugirió a Arthas irse de allí. Al príncipe no le importó tal cosa, y pronunció unas frases que liberaron a la espada rúnica, acabando con la vida de Muradín: “Oídme espíritus de este lugar! Daré cualquier cosa y pagaré cualquier precio para salvar a mi pueblo!”

Luego de la muerte de Muradín, Arthas regresó a su campamento base, reunió a sus fuerzas y marcharon hacia el campamento de muertos vivientes destruyendo todo a su paso…el poder de la Frostmourne era verdaderamente increíble. Al llegar a Mal’Ganis, este le confesó a Arthas que la espada que portaba fue forjada por el mismo Rey Lich, y separada de el con el fin de guiar al paladín hacia el. Le dijo que la extraña voz que escuchaba ahora, era la voz del Rey Exánime, susurrándole a través de la espada. Finalmente, el Rey Lich ordenó a Arthas acabar con la vida del maldito Señor del Terror para siempre!.. Arthas había conseguido su venganza. Luego, escapó hacia las heladas tierras y desapareció por un largo tiempo en la oscuridad.

Pasado 3 meses, Arthas regresó a la ciudad de Lordaeron, con la idea de reclamar su justa recompensa. A pesar de sus actos, el Rey Teneras le dio una calida bienvenida, pero el príncipe corrompido por la voz de la Frostmourne, tenía otros planes… Al acercarse al trono del Rey, desenfundó su espada y terminó con la vida de su propio padre, pronunciando finalmente las oscuras frases: “Este reino debe caer!... y de sus cenizas resurgirá una nueva orden, que hará temblar los mismos cimientos del mundo!”

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:19 am

Dicho y hecho, Arthas con la ayuda de un nuevo señor del terror, Tichondrius, reunió de nuevo al Culto de los Malditos y durante un largo periódo, terminó destruyendo casi todo el reino de su padre, acabando con los humanos de lordaeron, los altos elfos de Quel’Thalas, el paladín Uther y al resto de personas que luchaban contra la plaga. Arthas era ahora un Caballero de la Muerte, y luchó junto con su fiel sirviente reencarnado Khel’Thuzad. Destruyeron a los magos del Kirin’Tor e invocaron al Señor Demonio Archimonde, quién destruyó la ciudad mortal de Dalaran, hogar de los magos del Kirin’Tor. Con la destrucción de la ciudad, Arhimonde apartó al Rey Lich de sus planes y dejo a cargo de la plaga al señor del terror…pero El Rey Exánime aun no había acabado con Arthas.

Luego de esto, Arthas hizo contacto con el recientemente liberado cazador de demonios Illidan Stormrage, hermano del poderoso Archi-Druida Furion Stormrage. El caballero de la muerte le explicó a illidan el origen de un potente artefacto magico llamado “Calavera de Gul’Dan”, la cual le daría a Illidan todo el poder que había deseado en toda su vida. Para conseguirlo, Illidan abatió a muchos demonios a su paso, y al absorber el poder del artefacto, adquirió suficiente potencial con el que destruyó a Tichondrius. Con esto, abrió camino a los nuevos planes del Rey Lich.

Pasado un tiempo, Arthas ya tenia el control de toda la región norte del continente del este de Azeroth, hasta que un mensaje urgente del Rey Lich llegó hacia el…la Trono de Hielo corría peligro! Las fuerzas nagas de illidan y los elfos sobrevivientes de Kael’Thas, ahora llamados Elfos Sanguinarios, estaban partiendo hacia el glaciar corona de hielo, para destruir al Rey Exánime. Arthas sabía que no tenía mucho tiempo, entonces comenzó a preparar todo para partir hacia Northrend. En los preparativos, se llevó una sorpresa inesperada, los poderes del caballero de la muerte estaban disminuyendo, el Rey Lich se estaba debilitando! Esto dio origen a la rebelión de los muertos vivientes comandados por la resucitada Sylvanas Windrunner. Al separarse de la plaga, Sylvanas y sus no-muertos destruyeron al resto de los Señores del Terror, los Nathrezim, tomando como prisionero al último de ellos, Varimathras. Estos muertos vivientes formaron su propia ciudad bajo las ruinas de Lordaeron, llamándose a si mismos los Renegados.

Al llegar Arthas a Northrend, se encontró con la ayuda del agente del Rey Lich, el señor de la cripta Anub’Arak. Juntos atravesaron las ruinas de Azjol’Nerub para llegar rápidamente a Corona de Hielo. Pasaron por numerosos obstáculos y pruebas para alcanzar a su objetivo. Al llegar a la base del glaciar, Arthas enfrentó por última vez a Illidan, enfrentamiento que terminó dejando seriamente herido al cazador de demonios. Luego de su victoria, Arthas ascendió lentamente por los peldaños del glaciar, escuchando una y otra vez viejos susurros de sus antiguos compañeros. Al llegar al Trono de Hielo, el gran Ner’Zhul, el Rey Lich, se dirigió a su elegido diciendo: “Devolved la espada….completad el círculo!...liberadme de esta prisión!!!”. Arthas empuñó fuertemente a Frostmourne y con todas sus fuerzas partió en mil pedazos el cristal que retenía al Rey Exánime. Cayó un casco que emanaba un fuerte poder oscuro al suelo, el malvado príncipe lo tomó y se lo colocó, fusionándose con el poderoso Rey Lich, y convirtiéndose en el Nuevo Rey Exánime!.

Durante todo ese tiempo de duros acontecimientos, en las tierras de los elfos nocturnos, nació un niño, el cual parecía ser prometedor desde un comienzo. Fue dado a luz por la mismísima Tyrande, en Darnassus. Nadie supo como lo obtuvo, pero igual lo adoptaron en la ciudad. Su niñez fue como la de cualquier chico de la ciudad, hasta que alcanzó la adolescencia, y fue ahí cuando un druida muy sabio descubrió el potencial de este elfo. Convenció a Tyrande de que fuera entrenado por los mejores trainers de Darnassus, para descubrir en que rama se destacaría el joven. Pasado un tiempo, los druidas estaban asombrados, el joven elfo nocturno había demostrado ser eficaz tanto en la magia como en la lucha cuerpo a cuerpo. Pasaron varios años hasta que un día, tanto los Druidas de la Alianza como los Chamanes de la Horda tuvieron una importante visión…un destacado guerrero sería quien llevaría a la salvación de la Alianza o la Horda. Todo el mundo en Darnassus temía que ese guerrero fuera el joven elfo, por lo que decidieron mantenerlo en secreto, sabían que si la Horda lo descubriera, se desataría una gran guerra por el. Los mas sabios de la ciudad, decidieron darle el nombre de “Keypax”, en representación de lo que significaba ese elfo.

Pasaron dos años hasta que la Horda descubrió a tal persona, de cierta manera, la información se había filtrado. Surgieron épocas de guerras, incansables e innumerables guerras, con un solo objetivo por parte de los dos bandos, la Horda: capturar a Keypax, la Alianza: Proteger a Keypax.

La batalla duró casi 6 meses, la Horda había atacado con todas sus fuerzas y se habían hecho con el control de la mayor parte de nuestros campamentos en las tierras de Feralas y los refuerzos tardaban en llegar. El joven elfo no sabía el motivo de tal batalla, pero no le importó demasiado, el siguió luchando con todas sus fuerzas. En el último día del enfrentamiento, durante la noche un grupo de rogues de la Horda se adentró en el campamento base sin ser detectados, asesinando silenciosamente a los guardias que allí patrullaban. Todo estaba listo para el gran asalto.

A la madrugada siguiente, la Alianza encontró a todos sus guardias decapitados, y antes de poder reaccionar, estaban rodeados por un enorme ejército que los acordonaba. El asalto fue inminente, murieron muchos Humanos y Orcos, hasta que el campamento quedó dividido en dos partes, por un lado, los generales de la Alianza tratando de sobrevivir, por el otro, Keypax y sus guardias de élite luchando a toda costa. La pelea duró bastante, hasta que todos los guardaespaldas del elfo nocturno cayeron en combate.
Al ver al joven elfo solo en medio de tantos Hordas, los generales de la Alianza, junto con Tyrande, quedaron petrificados, sabían que no tenían oportunidad y que algo debían hacer rápidamente. Dos enormes Taurens y tres fuertes Orcos rodearon al elfo nocturno, dejándole paso a un misterioso ser que se acercaba lentamente. Era un No-Muerto…Este estaba encapuchado, su rostro apenas se veía, se asomó al elfo de la noche y le susurró: “Keypax…mira a tu alrededor, no tienes escapatoria…ahora voltéate y mira mas allá de mis soldados…esa es tu llamada “familia”? la que te abandona en plena situación de vida o muerte?-mientras tanto, Tyrande y sus hombres se daban por vencidos, y se retiraban lentamente del campo de batalla-huyendo como dignos miembros de la Alianza…obsérvalos detenidamente! No son mas que traidores!”-, -“Nunca! Esas personas a las que tu llamas traidores son quienes me han dado un hogar en donde vivir durante toda mi vida!-, -“ha ha ha, tal como lo predice la visión…estas ciego chico, fíjate de nuevo, durante todos estos años no han hecho mas que usarte, te han explotado en tus artes de combate, es mas, nunca te has preguntado quien fue tu verdadero padre?”-le susurraba el No-Muerto-“ahora mismo, no tienes otro camino que la Muerte…pero, si lo deseas, podrías unirte a nuestra causa…podrías buscar una venganza hacia todos aquellos que te han abandonado y utilizado! Piénsalo bien, elfo de la noche…en la otra vida, te enterarías de tus mas grandes secretos y del porque estas aquí”-.

Sin mas remedio, y dándose cuenta de que su familia lo había dejado de lado, optó por el camino de las sombras, aceptando el acuerdo que le propuso el No-Muerto. Al cabo de unos instantes, este hizo un gesto y los orcos tomaron a Keypax de sus brazos, el Renegado se acercó y le dijo: -“Tranquilo, esto dolerá un poco, pero en unos días, te sentirás como nuevo”-. Al terminar la frase, clavó una daga envenenada en su interior, quitándole su vida en unos segundos. Su cadáver fue levantado por los Taurens y trasladado a la cripta de Camposanto, en donde comenzó el ritual de resurrección.

Continuará…

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:28 am

Claros de Tirisfal-Caposanto-unos días después-4:00 AM…

“-Lok’Tar Lok’tar!!- -Key, detrás!!-…Aaaaaaaaa, Muere orco!!!....uff, soldado, no baje la guardia!...soldado, acaso no me escucha?, que tanto mira!...-Señor, a..tra…sss- WTF!!, muere maldito tauren!!...Diaaaahhh! mierda, pagarais por est…omg, estoy completamente rodeado, soldados a mi!! –Tus soldaditos estan todos muertos…y ahora te toca a ti!!!- Nunca!!...lol y tu quien se supone que eres?! Huelo el hedor de tu corrupción, asqueroso no-muerto! –Calma, joven elfo, estoy aquí para ayudarte…pasate a las sombras! Anar-Allah-Belore!!!- Aaaaaaaaaaa, vassss…a….pa…ggg…arrr….”

“Daaaaamn!!!..uff, que ha sido esa extraño sueño? Dah, no importa, creo que mejor buscare algo para este frío infernal” pensé en mi interior mientras trataba de levantarme, “Pero que diablos?!!, no puedo pararme!”, justo luego de caerme, quede tildado al observar la corrupción de la muerte que poseían mis manos. Automáticamente, tomé fuerzas y me puse de pie, para luego darme cuenta que me había convertido en un ser completamente distinto. Mi carne estaba podrida, mi piel descolorida, mis huesos al descubierto, un frío mas intenso de lo normal y hasta mi voz había cambiado, a una muy oscura y fría, como la nueva mirada que proyectaba mi ser.

Al cabo de unos largos minutos, me acomode un poco a esta nueva forma y decidí irme de esa maldita cripta. Al salir del lugar, un no-muerto me estaba aguardando y al verme, me dijo “Oh! Has despertado al fin…imagino que ya te habrás adaptado a tu nuevo aspecto, joven guerrero. Déjame revisar mi lista…mmm…oh!, tu eres Keypax!, ten, toma esta carta de presentación y entrégasela a la Dama Oscura, ella te aguarda en el cuartel Real de la ciudad de Undercity”.

Guarde la carta y me marche rápidamente del lugar, no se porque pero ese Undead, a pesar de que ya somos lo mismo, no me caía bien. Estuve vagando por los desolados Claros de Tirisfal por casi dos dias, hasta que encontré un pueblito llamado Remol, en donde nadie se atrevía a dirigirme la palabra. La única que me habló, fue la tabernera del pueblo, quien me dio un mapa para poder ir a la ciudad de los Undeads. Al llegar a las ruinas de Lordaeron, solo recordaba los viejos relatos que se oían, con sus finos cerámicos, sus luminosas estatuas y demás adornos que representaban poder y fuerza…pero al entrar, vi que todo estaba destruido. No me apene por eso, y seguí mi rumbo, al bajar por el ascensor, sentía que me dirigía al propio infierno. Al descender, me vi impresionado por la gran civilización que allí ocultan los No-Muertos, su organización y demás características que la hacen una ciudad magnifica, pero oscura y malvada a la vez.

Al llegar al Cuartel Real, me acerque hacia el centro y conocí al estúpido Señor del Terror Varimathras, quien de un comienzo no me cayó nada bien. Más al centro, me encontré con mi objetivo, la Dama Oscura Sylvanas Windrunner, a quien me le arrodille de inmediato. Extrañamente, la Líder de los Renegados me dijo que no era necesario arrodillarme ante ella, dado que mi ser no era digno de tal acción. Yo no recordaba nada de mi vida anterior, por eso me preguntaba en mi interior a que se refería. Al levantarme, me dijo “Al fin te conozco, joven Renegado. Espero que te estés adecuando a tu nuevo aspecto, porque necesitaras del 100% de tu cuerpo en tu largo viaje que te espera.” Mientras hablábamos, escuchamos unos rugidos de lobos, Sylvanas me obligó a ocultarme detrás de un pilar, y unos instantes mas tarde, entró a la cámara un Orco, grande y fuerte, que decía con una voz retumbrante “Lady Sylvanas, soy un emisario de Thrall, el jefe ordena que le sea enviado inmediatamente al chico a Orgrimmar”- Sylvanas le respondió –“Saludos Mensajero, el Renegado del que hablas aun no ha sido resucitado, sigue inconsciente en camposanto, os mantendremos informados en cuanto despierte, os aseguro”- -“Ummm, sabes que no te creo, Elfa del Bosque, el jefe ordena que le sea enviado ahora mismo al guerrero, y eso hare! Se que esta por aquí!”- -“Cuidado con tu tono, intrepido orco, no querras provocar mi colera, vete y dile a tu jefe que pronto estara listo lo que desea, antes que mis guardias se abalancen contra ti”- -“Dah, apartate de mi camino, no muerta! Se que estas aca!! Sal de tu escondite guerrero!”- Acto seguido, el orco golpeo con sus fuerzas al suelo arrojandome contra la pared. Luego se me acerco y en el momento en que iva a dormirme con un golpe, Sylvanas dijo –“Atrás Orco! No te atrevas a tocarlo o sentiras el frio de la Muerte!”- el orco dio caso omiso al aviso, y dio un paso mas; en ese momento, se escucho un grito proveniente de la Dama Oscura “Que NO sobreviva Nadie!!”, quien le arrojo una oleada de flechas al emisario de la Horda. Este se dio vuelta, y al correr con su hacha levantada, su cuerpo perdio el control y cayo lentamente…el veneno de las flechas habia acabado con el. Sylvanas ordenó que su cuerpo fuese arrojado al lago Lordamere y que culpasen a un paladin de la alianza, usando como carnada a uno de los tantos prisioneros que poseen los Renegados en sus calabozos.

Luego de la pequeña batalla, la Dama Oscura me llamo al centro del cuartel, me pidio que me pusiera de espaldas a ella y que me arrodillara. Luego me dijo –“Se que quieres recuperar tu memoria, y yo puedo ayudarte en ello”-, la Renegada comenzó a invocar unas sombrias magias y luego de un tiempo comenzo a arrojar descargas en mi cabeza, las cuales entraban y me hacian ver mas alla de la ciudad de No-Muertos…veía, a un niño, elfo de noche, jugando…luego al mismo niño pero de mas grande, entrenando constantemente, y finalmente, una batalla interminable, donde un ser oscuro se acerca y le clava una daga al elfo nocturno…en ese entonces recorde mi nombre, Keypax. Sylvanas, luego de terminar con el ritual, me dijo –“Keypax, estas aquí porque tienes un objetivo en comun con nosotros, algo tan dulce llamado Venganza…tu quieres vengarte de tu madre quien te hecho a tu suerte de esa manera, y de quienes te han explotado de tal forma…pero creo que en cuanto te cuente esto, querras vengarte de alguien mas…y con mucho mas odio aun…alguna vez…te has preguntado quien es tu padre?”- cuando dijo eso, mi mente estaba llena de inquietudes y preguntas, y accedi a preguntarle quien era mi padre. Ella contesto –“joven, como tu nombre lo indica, eres hijo de alguien que ha devastado las tierras de Azeroth por años…tu nombre completo es…Keypax Menethil…y por tanto, tu padre es el mismisimo Arthas Menethil…el hijo de puta que nos ha convertido en esta…monstruosidad.”- Al oír eso, mi mente quedo completamente en blanco, no sabia que decir ni que pensar, no podria creer que de tantos seres en este mundo, yo era quien cargaba con la maldición del apellido Menethil. Esta noticia me lleno de ira y odio, un odio mucho mas profundo del que ya tenia, mi alma ya estaba totalmente cargada con odio y sed de Venganza!
Al momento, Sylvanas me dijo –“ Key, ahora que sabes la verdad sobre tu vida, creo que tienes una mision muy importante que cumplir…aquí tienes algunos recursos que te seran utiles en tu andada…Shin’du Fallah Nah…como Renegado que eres, mata a todo aquel que se te interponga en tu camino, y no confies en nadie! Ahora ve, cumple tu objetivo guerrero…buena suerte”-

Ahora que se mi verdadero pasado, mi espiritu carga con un tremendo odio hacia los traidores que me abandonaron y hacia el endemoniado Rey Exánime, quien resulto ser mi padre. Ya he adquirido suficiente experiencia y me he puesto en camino hacia la ciudadela de Corona de Hielo, para cumplir con mi venganza, y reclamar lo que me pertenece por derecho!
Este Renegado nunca se rendirá!...nunca morirá!!...y cumplirá su venganza, aunque sea lo ultimo que haga!...cueste lo que cueste…acabara vida por vida, derramara sangre por sangre, y eliminara a cualquier ser hostil que se le interponga con tal de cumplir su objetivo.
…como dice el dicho, la Muerte es solo el comienzo, y el destino, aun no esta escrito.

“Toda vida, debe acabar”~Arthas, The Lich King

**Kheypax Menethil** Vie Jul 31, 2009 12:31 am

..lol si les parecio algo laaaargo, ps, me inspire xD jaja, asike we...ke tengan un wen dia mi gente! =P

**Milkybuey** Dom Ago 02, 2009 11:38 pm

**xdie** Lun Ago 03, 2009 5:38 pm

renegadosssssssssssssssssssssssssssss muy buena key aun q si un poco larga pero bueno la istoria esta biem xD

**zkiara16** Mar Sep 27, 2011 2:54 pm

son como monologas keypax le dijo a kendal Razz

jajaja y keypax se da ordenes a si mismo jijiji pero ese nombre acaros es mas gracioso, tiene relacion muerto y acaro Razz

muy linda historia seguire leyendo key sieguers hacendo historias POR KE NO HACES UNA HISTORIA HACERCA DE LA CREACION DE LA VANGANCIA EXTREMA EN EL MUNDO WOW ASI COMO LA CIUDADELA DE HIELO KE CONTASTE ARRIBA ME GUSTAIRA LEER UNA HISTORIA DE UN KEY CHIKITO Y UNA NATY PEQUEÑA JAJAJA

Raphal Mar Ene 31, 2012 3:42 pm

wow, estuvo muy buena la historia, ya voy por las demás también, XD

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